Había una vez, en un reino lejano, un valiente caballero llamado Sir William. Este intrépido guerrero se encontraba en plena edad media una época llena de castillos imponentes, damas en apuros y peligrosos dragones.
Sir William, con su armadura reluciente y su espada afilada, cabalgaba por los campos verdes en busca de aventuras. Su misión era proteger al reino de las fuerzas oscuras que acechaban en cada rincón.
Un día mientras viajaba por su oscuro bosque, escuchó el débil llanto de una doncella en apuros. Siguiendo el sonido, encontró a la hermosa Lady Isabel, atrapada en una torre encantada por un malvado mago.
Sin pensarlo dos veces, Sir William se dispuso a rescatar a la doncella y derrotar al mago. Se enfrentó a numerosos peligros y sortilegios a medida que avanzaba por los pasillos sombríos del castillo.
Finalmente, después de superar trampas mortales y criaturas fantásticas, Sir William llegó a la cima de la torre donde el mago esperaba con ansias una épica batalla que se desató entre el caballero y el mago, en el que el acero chocaba con la magia del mago oscuro.
Con valentía y habilidad, Sir William logró vencer al mago y liberar a lady Isabella de su encierro. Ambos regresaron al reino donde fueron recibidos con alegría y gratitud por el rey y la reina.
Desde ese día en adelante, Sir William se convirtió en un héroe legendario en todo el reino y su nombre resonaba en canciones y poemas, y su valentía y nobleza fue admirado por todos.
JHON POLANCO
Curso 10-01
