Un día un conejito blanco paseaba por el parque para ver cómo entrenaban a los perros y gatos. Él quería estar allí pero no podía porque sólo era para perros y gatos.
Un día su amigo el perro le preguntó: ¿Por qué estás triste? - porque no puedo entrar, pero sus amigos perros le dijeron que estaba equivocado que él si podía entrar. El conejito se puso muy contento, sus amigos jugaron mucho y pasaron un rato agradable entre todos, así el conejito no se sintió más excluido y pudo participar de la diversión a diario.
JUNDER DAVID ESCALANTE GARCIA
Curso 603
Publicado 10 de febrero de 2024
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